Informe de Brundtland: Origenes de la Sustentabilidad


miércoles, 3 de septiembre de 2014

 

Para 1983, las Naciones Unidad mostró la convicción de que los temas de desarrollo y medio ambiente no debían ser separados, ello comenzó a provocar una voz de alarma y de conciencia en torno a la necesidad de proteger los recursos de esta generación y las futuras. Durante 3 años se trabajó en audiencias públicas y con más de 500 comentarios escritos, los cuales fueron analizados por políticos provenientes de 21 países con distintas ideologías.

El libro “Nuestro Futuro Común”, conocido mundialmente como el Informe Brundtland, fue el primer intento de eliminar la confrontación entre desarrollo y sustentabilidad. Fue presentado en 1987 por la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU, la cual estaba encabezada por la noruega Gro Harlem Brundtland, quien trabajó analizando la situación del mundo en ese momento, y demostró que el camino tomado por la sociedad global estaba destruyendo el ambiente por un lado y dejando a cada vez más gente en la pobreza y vulnerabilidad.

Los objetivos de este informe eran:

  1. 1.Examinar temas críticos de desarrollo y medio ambiente para posteriormente formular propuestas;

  2. 2.Preparar y proponer nuevas fórmulas de cooperación internacional, para influir en las políticas y;

  3. 3.Promover niveles de comprensión y compromisos de individuos, organizaciones, gobiernos, institutos, entre otros.

Los aportes con los que contribuyó este informe eran dejar claro que la protección medio ambiental había dejado de ser un asunto local para convertirse en un problema global, es decir todos los  países y personas deberían trabajar para solucionar el problema, pues el desarrollo y medio ambiente están totalmente ligados. El aporte más importante fue definir el desarrollo sostenible como “Aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras”, la cual fue divulgada en la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en 1992, en virtud que los objetivos propuestos en conferencias anteriores no estaban siendo cumplidos y que éste fue incorporado a todos los programas de la ONU.

El desarrollo sostenible requiere entender que la inacción traerá consecuencias; se debe cambiar las estructuras institucionales y fomentar las conductas individuales en relación a los objetivos anteriormente descritos. La expansión del Desarrollo Sostenible surge como una necesidad apremiante, un nuevo concepto de desarrollo, protector del progreso humano hacia el futuro.

El desarrollo dejaba de ser un problema exclusivo de los países que no lo tenían. Ya no se trataba de que los países “pobres” siguieran el camino de los países “ricos”. Por lo tanto se consideró que los niveles existentes de pobreza no eran inevitables, por lo que era necesario redistribuir los recursos de manera más equitativa, que era vital el apoyo de los sistemas políticos, con una efectiva participación ciudadana con más democracia y que, las voluntades políticas debían cambiar.

Entre los temas de atención sobre población y recursos se debían considerar el crecimiento acelerado sin equilibrios en los recursos disponibles de la vivienda, alimentación, energía y salud. Había que reducir los niveles de pobreza y mejorar los niveles de educación.

Con respecto a los ecosistemas y especies había que buscar políticas prioritarias de carácter urgentes debido a la gran cantidad de especies que se encuentran amenazadas, están en peligro o simplemente están desapareciendo.

El consumo de energía va en un aumento vertiginoso, por lo que ecosistema no era capaz de resistirlo y los problemas de calentamiento y acidificación son intolerables porque lo que era urgente buscar otras fuentes de energía que fuesen renovables.

Finalmente se nos presenta como reto buscar alternativas de producción y consumo amigables con el medio y respetar las culturas de las regiones existentes.

Fuente: El Blog Sustentable

 
 

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